El juego reglado es
aquel, que se lleva a cabo con unas
reglas o normas, que limitan la acción, pero no por completo; de tanto que
pueda cumplir la meta establecida. La regla no es vista por el jugador como una traba a la acción sino, justamente al
contrario, como lo que promueve la acción.
Los niños suelen ser muy
estrictos con el cumplimiento de las reglas, no con sentido de
orden, sino porque ven en el cumplimiento de la misma, la garantía de que el
juego sea viable y por eso las cumple fácilmente. Seguir las reglas que va
asociado también a un cierto deseo de orden y seguridad, implícito en gran
número de juegos infantiles y adultos.
El juego de reglas es uno de los que más
perdura hasta la edad adulta, aunque el niño mayor y el adulto no ven ya la
regla como una exigencia casi sagrada, sino como un conjunto de
reglamentaciones dentro de las cuales hay que buscar toda oportunidad posible
para ganar, el fin no es jugar sino ganar.
El juego reglado
produce el aprendizaje de múltiples contenidos sociales, instrumentales,
comunicativos, expresivos, lógico-conceptual. Las reglas son las que definen
explícitamente los limites en los que el juego va a tener lugar, con la mutua
aceptación de lo que se puede hacer y lo que no. jugando, los niños, aprenden
reglas que les posibilitan coordinar sus acciones con las de otros jugadores y
regular la competición con otro equipo; Tanto el conocimiento práctico como el
más reflexivo de las reglas de los distintos juegos, suelen ir acompañados de
procedimientos para elegir los integrantes del equipo; la modificación de
alguna regla abre la posibilidad de construir cambios colectivos a la propuesta
original considerando el acuerdo de los integrantes.
El juego a los niños
los divierte, los desafía, quizás los puede enojar en determinado momento
perder una partida y hasta pueden llegar a no respetar alguna regla, “hacer
trampa” para lograr ganar la siguiente. Emplean los métodos no convencionales
para llevar a cabo el juego. Algunos niños realizan sus actividades en forma
silenciosa otras en forma oral, contando o explicando cada pasó.
Al jugar, los niños
se comprometen, toman una posición activa, imaginan, inventan, crean, conocen y
actúan explorando con todos sus sentidos. Jugando, los niños se pueden acercar
a lo desconocido sin temor poniendo en acción todas sus capacidades
desplegando habilidades que les permiten pasar del conocimiento a la
experimentación de alternativas para el dominio de la situación.
A continuación te
presentamos algunos juegos que puedes desarrollar en tu aula de clase:
Nombre de juego:
Pepes y Pepitas
Tipo de juego: persecuciones.
Número
de participantes: grupo clase.
Edad
curso: a partir de 3 años.
Duración:
10 minutos aproximadamente. Espacio: exterior.
Objetivos: desarrollar la motricidad
gruesa, la velocidad de reacción,
Fomentar la atención.
Material: se pueden utilizar
banderines para delimitar los campos.
Normas: Sólo hay un director
de juego, que dirá en cada momento Pepes o Pepitas. Cada persona del grupo
contrario cogida será un punto positivo para el grupo captor. Ganará el equipo
que antes llegue a “X” puntos.
Variantes: para trabajar con niños pequeños, se pueden cambiar las consignas para que no sean tan similares; por ejemplo: tigres y leones
Variantes: para trabajar con niños pequeños, se pueden cambiar las consignas para que no sean tan similares; por ejemplo: tigres y leones
Desarrollo:
existen dos equipos, que se colocan en fila espalda contra espalda (del equipo
contrario), un equipo son “Pepes” y el otro “Pepitas”.
Cuando el director de
juego grite “¡Pepes!”, éstos se giran rápidamente y corren tras el equipo
contrario; si grita “¡Pepitas!”, estas se giran y persiguen al otro equipo.
Cada miembro que consigan coger en la carrera, será un punto para el equipo. El
campo está delimitado, y es obligatorio correr en línea recta.
Observaciones: velocidad, emoción y
excitación.
Nombre del juego: fútbol de cangrejos
Tipo de juego: reglado.
Número de participantes: 10
Edad: 5-6-7 años.
Duración: 10 minutos.
Espacio:
exterior.
Objetivos:
desarrollar la coordinación óculo-podal, fuerza en miembros superiores e
inferiores.
Material:
una pelota y dos porterías.
Normas: Reglas del fútbol.
Desarrollo:
De sentado elevar los glúteos en apoyo de manos y pies, desplazarse de esta
forma para llevar la pelota al arco
contrario. Puede dar pase al compañero. El equipo contrario intenta impedir el
gol y a la vez intenta hacer gol.
Observaciones:
Juego de competencia